Pasta

Aquel elemento tan importante en nuestras vidas, que sin el... estaríamos en la estacada... amarilla.
Me refiero obviamente a la pasta, pero la de dientes, también llamado dentífrico. Ah, mentolada sustancia que pasa por nuestras bocas todos los días (deseablemente), que deja la boca fresca y ... si, mentolada, aunque parezca extraño.
Desde mi experiencia puedo decir que he probado muchos dentífricos distintos, de diversos formatos, muchos colores, sabores, y no, no hay ninguna implicación erótico-festiva ni hay que mirarsela.
La pasta que uso habitualmente es una de esas líquidas, porque? porque odio la manera que tiene la pasta en tubo de quedarse en trozos inmensos al fondo de la boca, simplemente, si bueno, y que el listerine/oraldine/demás fauna y su horrible sabor me dan ganas de vomitar. Así que como junta ambos mundos, mato dos pájaros de un tiro, ya que la pasta se usa toda y el sabor es agradable.
No obstante todavía guardo en el recuerdo la pasta con mejor sabor, y no, no es la pasta con sabor a chicle de colgate (que por cierto, se sigue fabricando) es una que cogí por capricho, "como quien no quiere la cosa" que tenía como bolitas, a ver, le llamaban microcápsulas, que parece que dentro tenían... hmmm no recuerdo, pero si recuerdo que era amarga y seca, pero no se notaba si no te centrabas en ello claro, el resto tomaban protagonismo dos cosas: jugar a explotar-la-cápsula y el sabor de la pasta.
El primer punto era la fiesta del baño casi, yo en un momento de soledad explotando bolitas con los dientes, eso le daba el aporte de originalidad que la pasta necesitaba.
El segundo punto, el sabor: menta, está claro, pero no la menta-dentífrico, sino menta-pictolín, ese agradable sabor, que te dejaba la boca... joder, daban ganas de comerte la pasta de lo buena que estaba, lamentablemente no se si dejaron de fabricarlo, pero solo pude disfrutarlo una vez, eso si! lo alargué bastante tiempo, así que, se podría decir, que fue una buena experiencia.

Y ahora el momento de reflexión, ese dentífrico, que apenas recibe nuestra atención, y que, en cambio, no podríamos vivir sin el, abrir un hueco en vuestros coraz... bueno no, que eso, que si se gastan tirarlos a la basura y no dejéis el envase vacío para que otro lo tire.