Hace aproximadamente 9 meses, me hice una sencilla pero importante pregunta;
-¿Dónde va mi vida?
Llegué a la conclusión que si no lograba cumplir mis objetivos al acabar el curso dejaría la carrera y me lanzaría al mundo laboral, fuera aquí, ahí o allá, no me importaba lo lejos que me llevara la aventura.
Hacia febrero estaba tan perdido como siempre, e incluso peor, diversas circunstancias personales no ayudaban, pero bueno, encontré fuerzas, poco a poco, con la ayuda de la gente, a la cual estoy enormemente agradecido.
Y encontré una motivación, si, algo que me faltaba desde siempre, una motivación para mejorar, para estudiar, para todo, y bueno... encontré la forma de ser yo mismo, mi forma de estudiar para sacarme el mayor rendimiento, y me formé una meta.
En cambio, ahora, tras haber cumplido los objetivos en cuestión de estudios, me encuentro con que...
no siento nada, sigo igual de vacío, porque me doy cuenta lo imbécil que he sido, y lo tarde que ha llegado, podría haber llegado más alto, más rápido, y no haber perdido el tiempo durante tanto tiempo.
Quien sabe como habría cambiado mi vida... time wasted...
martes, julio 10, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Lo hecho, hecho está. Ahora no lloriquees. Intenta arreglarlo, y si no puedes, que le den a todo. Preocupate de tí.
Yo tambien me he cabreado muchas veces conmigo por los resutados de la uni del año pasado y del primer cuatrimestre de este.
Este segundo cuatrimestre, aunque al final no he cumplido con todos mis objetivos, he aprobado algunas, lo que me ha dado un balón de oxigeno y animo para encarar septiembre con ganas y sacar todas las que pueda. Que ya va siendo hora, leñe.
Por cierto, ya estoy en gestión ;)
Sé a lo que te refieres.
Yo siempre había sido el típico empollón, y hasta la universidad no sabía prácticamente lo que era suspender algo.
Empecé fatal la uni, y me quería morir cuando en el primer año, entre Febrero y Junio, solo había aprobado 3 asignaturas.
Ahora muchas veces consigo aprobar (el segundo año me fue bastante mejor), y cuando apruebo, no siento ningún placer especial... me faltaba algo.
Eso se debe (pienso) a que en el fondo sabes que es lo normal en ti. Yo muchas veces pienso "Lo normal en mí sería aprobar siempre todo, no sería algo muy bueno, sería algo normal". Por eso no me alegraba mucho cuando aprobaba algo.
Es como cuando un corredor de 100 metros lisos se lo hace en 12 segundos, siempre. Durante 5 años seguidos, sin variaciones. Al año siguiente, por algún motivo tarda 15 segundos. Al siguiente, 16. Luego 14... y luego 12.1.
Piensas "joder, si yo siempre me he hecho 12, he mejorado, pero... podría ahora estar en los 11 o 10... si no fuera por..."
En mi caso particular hay muchas cosas que me han desanimado, más importantes para mí (actualmente) que el curso, y que me desconcentraban.
Ahora me siento liberado, y además estoy motivado porque veo que el próximo año puedo acabar la carrera. Por eso este año en concreto, y durante el que viene, sí que va a se muy importante aprobar todo.
Aparte de todo eso, cuando consigues eso y no te sientes muy eufórico, también puede ser porque te falta algo. Apuntarse a alguna actividad da mucha pereza y al principio cuesta, pero es muy satisfactorio. Sea tocar la guitarra, artes marciales, o a un club de ajedrez.
Creo que lo que más nos mata es la inactividad.
Aparte de eso, hay cosas de las que desgraciadamente en nuestro cículo de amigos nunca hablamos, y es de relaciones de pareja. Cuando en el fondo todos sabemos que estar con una chica a la mayoría nos haría muy felices.
...Casi podría escribir una entrada con esto, pero bueno:
Creo que los seres humanos, como todo ser vivo, tenemos una edad para cada cosa. Para cada deseo, para cada cosa que nos satisface, a la par que obligaciones.
Al principio el juego y ser educados, luego iniciar un camino para poder sobrevivir ganando dinero... y luego mantenerlo. Pero durante todo ese tiempo, como personas, hemos de desarrollarnos física y espiritualmente. También necesitamos pareja.
No somos robots. No podemos pretender ser unos seres ideales que estudian, intentan perfeccionarse únicamente estudiando... y ya está.
El último sentido y fin de las cosas, al menos para mí, es sobrevivir y tener un día tu propia familia.
Y es un gran error cultivar únicamente nuestro cerebro (empollones con 500 dioptrías y rechonchos), o únicamente nuestro físico (tí@s buen@s que van por ahí sin ninguna educación ni futuro). O únicamente nuestro aspecto de bienestar espiritual (lúdico/satisfacción de pareja -> típicos porretas 24h, hijos de padres ricos que no estudian, tios que están siempre pensando en follar...).
Quizá para 22 años plantearse estas cosas sea demasiado pronto, pero creo que la Vía a seguir pasa por conocer nuestras necesidades, sinceramente, y tener valor para hacer lo necesario para satisfacerlas sin hacer mal a nadie, o en caso de no poder hacerse al 100% seguro, eliminarlas de nuestra mente.
Solo así puedes seguir un camino que te lleve a estar en armonía contigo mismo y con el resto de universo.
La pirámide de Maslow, tío. Es la respuesta a todo.
Publicar un comentario