Para un servidor, la vida es una cuestión de control, la vida va bien si la tengo bajo control, si puedo saber donde, en que lugar, en que momento, de que manera están y son las cosas, no de una manera obsesiva, pero si me gusta tenerlo todo controlado, que no se me escape nada, ningún tipo de imprevisto, eso me da tranquilidad, ya la tranquilidad me hace feliz.
Desafortunadamente siempre habrá cosas que se escapen a mi control, el comportamiento humano no, ya hace años que tengo bajo mi control... bueno no exactamente, pero si los convierto en gente previsible, hay poco que me sorprenda, y si lo hace, lo asimilo para que no vuelva a pasar. Eso hace que en cierta manera tenga a la gente bajo mi control. Lo cual no es malo, pero supongo que intento evitar que me peguen puñaladas traperas, autodefensa básicamente.
Puedo controlarlo casi todo, y cosas como... la suerte, simplemente he aprendido a vivir sin contar con ella, al fin y al cabo no es que me sonría mucho la diosa fortuna (por no decir nada).
El control no es algo que haya pensado mucho, es más, se me ha ocurrido como una manera más de explicar aquello que me turba, en una de esas noches que me cuesta dormirme, simplemente si no tengo el control absoluto de lo que me rodea, del contexto, de mi alrededor, no puedo ser feliz, y supongo que no soy el único al que le pasa.
No solo necesito tener lo que me rodea bajo control, sino que yo mismo me controlo,mido lo que digo y lo que hago, me muevo bajo lo que considero ético, una ética no obtenida por influencias externas, sino por lo que considero correcto, nunca me han dicho que hacer esto o esta otra está mal, simplemente lo he considerado así, si eso me ha hecho mejor persona, no lo se, pero uno intenta superarse día a día.
Hace unos meses me comenzó a rodear un aura de turbación, melancolía, tristeza, seguramente sería lo único que no puedo mantener bajo mi control, algo que no depende de mí de ninguna manera, y es como una espina clavada.
Y bueno, para terminar mi relato pesimista de hoy pondré un poco de optimismo al asunto con un proverbio de Okinawa:
"El dolor hace pensar al hombre, el pensamiento hace al hombre sabio. La sabiduría nos conduce a la verdad."
domingo, diciembre 31, 2006
sábado, diciembre 23, 2006
viernes, diciembre 22, 2006
Perfumes
Siempre he considerado que usar perfumes, colonias, no era sino para tapar algún defecto (falta de higiene, exceso de olor corporal) o por simple vanidad.
Pero sobrepasa la vanidad cuando el perfume de marras cuesta un ojo de la cara, cuando el valor del ojo tiende a 100€ , y es que para algo que realmente no tiene utilidad es tontería gastar el dinero.
Al fin y al cabo los perfumes y demás cosméticos no son más que para atraer el sexo opuesto, tratan de imitar a las hormonas animales, las cuales también segregamos, pero en menor medida o nuestro olfato no reconoce.
Claro que admito que el olor corporal recargado procedente de alguien que no acostumbra de ducharse es horripilante y poco afortunado, pero bueno, existen los desodorantes, que ayudan a regular eso.
El tema desodorante ya es más racional y lógico, si las axilas (o como me gusta llamarlos: sobacos) es donde más se acostumbra a sudar, es lógico evitarlo, y si ese método para evitarlo huele bien, un olor suave, pues se agradece.
Retomando el tema perfume, y el principal motivo de esto: los anuncios navideños que inundan la televisión, las vallas publicitarias, etc.
Antaño la televisión se llenaba de anuncios de juguetes, pero progresivamente se fue llenando de anuncios de colonias, cientos de marcas con anuncios en francés anunciando colonias para mujeres. Y últimamente para hombres... o eso se supone...
Veamos, si una mujer quiere comprar una colonia, es normal que la anuncie una mujer guapa, rodeada de hombres, o que atrae a alguno, demuestra feminidad y atrae a potenciales compradoras, pero lo que no es normal es que en un anuncio para vender colonias para hombres... salgan hombres... femeninos, hombres medio desnudos con collares, por favor, es una imagen que marca a cualquiera, dudo que con eso obtengan ventas mas que a la comunidad homosexual-reprimida porque vamos...
Luego ves anuncios en las que salen hombres, con mayor o menor fortuna, puede que sea un modelo más normal, lo que si que podría atraer a potenciales compradores, pero que como los hombres no compran sus propios perfumes, no importa, es más, podrían pasar sin anunciarse que daría igual.
Y no quiero entrar en el tema de perfumes para mujeres... porque no tengo ni idea.
Pero sobrepasa la vanidad cuando el perfume de marras cuesta un ojo de la cara, cuando el valor del ojo tiende a 100€ , y es que para algo que realmente no tiene utilidad es tontería gastar el dinero.
Al fin y al cabo los perfumes y demás cosméticos no son más que para atraer el sexo opuesto, tratan de imitar a las hormonas animales, las cuales también segregamos, pero en menor medida o nuestro olfato no reconoce.
Claro que admito que el olor corporal recargado procedente de alguien que no acostumbra de ducharse es horripilante y poco afortunado, pero bueno, existen los desodorantes, que ayudan a regular eso.
El tema desodorante ya es más racional y lógico, si las axilas (o como me gusta llamarlos: sobacos) es donde más se acostumbra a sudar, es lógico evitarlo, y si ese método para evitarlo huele bien, un olor suave, pues se agradece.
Retomando el tema perfume, y el principal motivo de esto: los anuncios navideños que inundan la televisión, las vallas publicitarias, etc.
Antaño la televisión se llenaba de anuncios de juguetes, pero progresivamente se fue llenando de anuncios de colonias, cientos de marcas con anuncios en francés anunciando colonias para mujeres. Y últimamente para hombres... o eso se supone...
Veamos, si una mujer quiere comprar una colonia, es normal que la anuncie una mujer guapa, rodeada de hombres, o que atrae a alguno, demuestra feminidad y atrae a potenciales compradoras, pero lo que no es normal es que en un anuncio para vender colonias para hombres... salgan hombres... femeninos, hombres medio desnudos con collares, por favor, es una imagen que marca a cualquiera, dudo que con eso obtengan ventas mas que a la comunidad homosexual-reprimida porque vamos...
Luego ves anuncios en las que salen hombres, con mayor o menor fortuna, puede que sea un modelo más normal, lo que si que podría atraer a potenciales compradores, pero que como los hombres no compran sus propios perfumes, no importa, es más, podrían pasar sin anunciarse que daría igual.
Y no quiero entrar en el tema de perfumes para mujeres... porque no tengo ni idea.
miércoles, diciembre 20, 2006
martes, diciembre 19, 2006
Colacao
Una de las cosas que desde siempre me ha jodido del colacao era esa horrorosa manía de pegarse al vaso/taza que tiene, el fondo pasaba a un color marrón oscuro y parte del susodicho polvo se quedaba pegado en el fondo, oculto tras la barrera chocolateada.
Tras un par de días de buscar remedios se me ocurrió una brillante idea, para convertir la solidez aglutinante del colacao en la facilidad en disolverse del Nesquick, recordé el detalle de que el producto del conejo es mas... suelto, mas grumoso, como el café soluble, y simplemente apliqué la lógica.
Azúcar, ese polvo mágico de los 60, el destructor de vidas y adictivo polvo que produce hiperactividad y sensación eufórica, y todo sacrificando un incremento calórico importante.
Pones el colacao en el vaso/taza, echas azúcar encima, no importa mucho la cantidad... y sin echar la leche... remueves, el azúcar se encargará de repartir el polvo del colacao (sensiblemente mas suelto y pequeño) por la leche y además compensaremos el ligero toque amargo y de escayola del producto del chocolate.
Si alguien se digna a probarlo (lo dudo, vosotros os lo perdeis) me gustaría que redactara aquí sus impresiones.
Mmmmmm chocolateehhhhh...
Tras un par de días de buscar remedios se me ocurrió una brillante idea, para convertir la solidez aglutinante del colacao en la facilidad en disolverse del Nesquick, recordé el detalle de que el producto del conejo es mas... suelto, mas grumoso, como el café soluble, y simplemente apliqué la lógica.
Azúcar, ese polvo mágico de los 60, el destructor de vidas y adictivo polvo que produce hiperactividad y sensación eufórica, y todo sacrificando un incremento calórico importante.
Pones el colacao en el vaso/taza, echas azúcar encima, no importa mucho la cantidad... y sin echar la leche... remueves, el azúcar se encargará de repartir el polvo del colacao (sensiblemente mas suelto y pequeño) por la leche y además compensaremos el ligero toque amargo y de escayola del producto del chocolate.
Si alguien se digna a probarlo (lo dudo, vosotros os lo perdeis) me gustaría que redactara aquí sus impresiones.
Mmmmmm chocolateehhhhh...
lunes, diciembre 18, 2006
Sociedad
Para que nos vamos a engañar, esta entrada no surge de ningún deseo ni pensamiento concreto, es solo tratar de llenar el vacío en el blog sobre mi pensamiento hacia la sociedad.
Cuando pienso en ecosistemas, me viene a la mente una imagen muy clara, siempre es la misma, un bosque, dos arboles grandes a los lados, y lo que parece ser un ecosistema con una cadena trófica completa, se puede ver un búho, mirando un ratón, que camina sobre hojas muertas, una capa de musgo en los arboles, y hongos (setas) en uno de ellos.
El caso es que justo después mi mente siempre intenta englobar todos esos detalles al mundo, la teoría de Gaia al fin y al cabo para los incultos, donde todo el mundo actúa como un ecosistema íntimamente relacionado.
Pero el caso es que por mucho que intento encuadrar a los humanos no les encuentro un lugar más importante que el que se ve al fondo de la imagen del bosque, que no es mas que una pradera, con los tocones de los árboles cortados, eso es para mi la función del ser humano, destruir, devastar, extenderse.
El ser humano, tal y como lo definía Hugo Weaving en su papel de Agente Smith no es más que un virus, el mas destructor, letal de todos, los humanos no hacemos mas que llegar a un lugar, destrozarlo y reproducirnos, hasta que agotamos los recursos y nos movemos a otro lugar.
Si la propia naturaleza del ser humano es así, como debería organizarse socialmente para no ser destruido por si mismo, lamentablemente a eso no tengo respuesta, la corrupción, el poder, el querer atropellar a los demás no importa como, no tiene más función que la de crear el caos, y una sociedad cuya semilla es el caos...
El caos para mi no es mas que la ausencia de cordura, el orden es algo relativo, pero la cordura, la consciencia de si mismo y de lo que te rodea, la capacidad de establecer una relación de mutuo beneficio con el entorno, con el contexto social y cultural, palabras vacías para la sociedad. La sociedad en la que nos toca vivir.
Cuando pienso en ecosistemas, me viene a la mente una imagen muy clara, siempre es la misma, un bosque, dos arboles grandes a los lados, y lo que parece ser un ecosistema con una cadena trófica completa, se puede ver un búho, mirando un ratón, que camina sobre hojas muertas, una capa de musgo en los arboles, y hongos (setas) en uno de ellos.
El caso es que justo después mi mente siempre intenta englobar todos esos detalles al mundo, la teoría de Gaia al fin y al cabo para los incultos, donde todo el mundo actúa como un ecosistema íntimamente relacionado.
Pero el caso es que por mucho que intento encuadrar a los humanos no les encuentro un lugar más importante que el que se ve al fondo de la imagen del bosque, que no es mas que una pradera, con los tocones de los árboles cortados, eso es para mi la función del ser humano, destruir, devastar, extenderse.
El ser humano, tal y como lo definía Hugo Weaving en su papel de Agente Smith no es más que un virus, el mas destructor, letal de todos, los humanos no hacemos mas que llegar a un lugar, destrozarlo y reproducirnos, hasta que agotamos los recursos y nos movemos a otro lugar.
Si la propia naturaleza del ser humano es así, como debería organizarse socialmente para no ser destruido por si mismo, lamentablemente a eso no tengo respuesta, la corrupción, el poder, el querer atropellar a los demás no importa como, no tiene más función que la de crear el caos, y una sociedad cuya semilla es el caos...
El caos para mi no es mas que la ausencia de cordura, el orden es algo relativo, pero la cordura, la consciencia de si mismo y de lo que te rodea, la capacidad de establecer una relación de mutuo beneficio con el entorno, con el contexto social y cultural, palabras vacías para la sociedad. La sociedad en la que nos toca vivir.
domingo, diciembre 10, 2006
Cabrear
Aquí el HOWTO definitivo para los informáticos:
Cómo cabrear a tu profesor de prácticas
Anda que me he podido reír agusto, yo hago bastantes de esas cosas.
Cómo cabrear a tu profesor de prácticas
Anda que me he podido reír agusto, yo hago bastantes de esas cosas.
viernes, diciembre 08, 2006
lunes, diciembre 04, 2006
Pesimismo
Siempre que he pensado en las razones por las que soy pesimista se me viene a la mente la razón principal, el mundo es pesimista.
En un mundo imperfecto ,cruel, donde las cosas bonitas, donde las personas amables y desconsideradas no son mas que cosa del pasado o en peligro de extinción, la gente no creo que sea optimista, es mas, ser pesimista, y por ende, previsor, es parte de la naturaleza humana.
Desde pequeño siempre he sido el más inteligente de mi familia, preguntaba mucho, mas de lo debido, veía muchísima televisión, muchos libros, a pesar de tener hermana siempre he jugado solo, claro, a juegos de construcción (lego, meccanno, tente) inconscientemente entrenaba mi mente, o simplemente mi mente sentía curiosidad sobre esos temas. Al ser el más inteligente nunca necesitaba ayuda, no pedía consejos, mis problemas los resolvía yo, mis deberes los hacia yo, típico comportamiento de niño sin hermanos pero con hermanos, no necesitaba a la humanidad, o también sin querer, la dejaba de lado porque no me interesaba.
Eso tras muchos años, posiblemente me haya generado un complejo de autosuficiencia,de soledad autoimpuesta, dificultad para entablar amistad, para conversar, para hablar con alguien, que solo podía romperse por medio de una sencilla formula: humor, el mismo humor que tanto contradice mi pesimismo natural e el que me permite traspasar las barreras que me he puesto para poder hablar con los demás.
Se que es necesaria la humanidad, Se que es necesario tener amigos, adoro conversar, adoro tener una buena conversación, incluso creo que mi mente se autoposiciona de forma opuesta al pensamiento general únicamente para poder discutir, es en ese momento, intentando convencer a las personas que me rodean, intentando influir en sus insignificantes vidas (al igual que la mía) cuando me siento... simplemente... vivo
En un mundo imperfecto ,cruel, donde las cosas bonitas, donde las personas amables y desconsideradas no son mas que cosa del pasado o en peligro de extinción, la gente no creo que sea optimista, es mas, ser pesimista, y por ende, previsor, es parte de la naturaleza humana.
Desde pequeño siempre he sido el más inteligente de mi familia, preguntaba mucho, mas de lo debido, veía muchísima televisión, muchos libros, a pesar de tener hermana siempre he jugado solo, claro, a juegos de construcción (lego, meccanno, tente) inconscientemente entrenaba mi mente, o simplemente mi mente sentía curiosidad sobre esos temas. Al ser el más inteligente nunca necesitaba ayuda, no pedía consejos, mis problemas los resolvía yo, mis deberes los hacia yo, típico comportamiento de niño sin hermanos pero con hermanos, no necesitaba a la humanidad, o también sin querer, la dejaba de lado porque no me interesaba.
Eso tras muchos años, posiblemente me haya generado un complejo de autosuficiencia,de soledad autoimpuesta, dificultad para entablar amistad, para conversar, para hablar con alguien, que solo podía romperse por medio de una sencilla formula: humor, el mismo humor que tanto contradice mi pesimismo natural e el que me permite traspasar las barreras que me he puesto para poder hablar con los demás.
Se que es necesaria la humanidad, Se que es necesario tener amigos, adoro conversar, adoro tener una buena conversación, incluso creo que mi mente se autoposiciona de forma opuesta al pensamiento general únicamente para poder discutir, es en ese momento, intentando convencer a las personas que me rodean, intentando influir en sus insignificantes vidas (al igual que la mía) cuando me siento... simplemente... vivo
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