Me gustan los bocadillos, aunque eso ya se sabe.
Durante años he cultivado cierto gusto por este sencillo alimento, intentando darle mi sello.
Tengo 4 recetas de bocadillos a los que le podría dar mi nombre, les llamaré por su código, tal vez sean un poco parecidas, pero bueno, para mi gusto, increíbles.
Tarza1: El clásico, inigualable y sencillo.
Pan del bueno (el del supermercado no vale), lo cortas, y de base, una capa de queso untable (los que me conocen saben cual), por encima se corta queso maasdamer (agujeros de toda la vida), 18 segundos en el microondas al máximo (mas o menos según la potencia), y bam! fondue casera e forma de delicioso bocadillo.
Tarza2: La evolución del anterior.
Mismo pan, capa de queso untable (si se desea ligeramente más gruesa), queso maasdamer, y el toque, en la parte del bocadillo de arriba, una ligera capa de margarina (la mantequilla lo haría muy pesado) y un poco de sal. Mismo tiempo al microondas, la margarina con el queso y el queso y dios mio... Me lo hago en épocas de gasto energético... cremoso.
TarzaFresco: Cuando hay los ingredientes en la nevera pero no hay microondas.
Pan lo más reciente posible, queso de untar, maasdamer y la diferencia, rodajas de tomate natural, el truco para que no se resbalen es quitar la miga de arriba y alojaros ahí. Este se lo dedico a los raros que no les gusta el tomate natural.
TarzaDeluxe: Solo pude disfrutarlo completamente una vez...
Pan extra bueno, capa de crema de queso camembert President, jamón serrano recién cortado, y el toque, queso brie sobre el jamón, una pasada por el horno rápida para que se funda sin ablandar el pan y... sacridelicioso.
Y esto es todo, ponerlo en práctica y a gozar comiendo.
domingo, julio 29, 2007
martes, julio 24, 2007
Dreams
No recuerdo lo que sueño, siempre me ha costado recordar, pero desde hace algunos años me es imposible recordar lo que sueño, tampoco sufro pesadillas, ni nada parecido desde hace años. Se podría decir que tengo el sueño apacible.
Eso tiene una serie de ventajas inherentes, duermo bien, por lo que acostumbro a despertarme fresco, una mala noche no me arruina el día, y no molesto a nadie a mi alrededor con gritos en la noche ni paseos varios.
Pero también tiene sus inconvenientes, uno podría ser el hecho de que si tengo un sueño bueno, uno feliz, o uno en lo que hago algo interesante, lo pierdo, otro sería que un sueño extraño es un buen tema de conversación, y no puedo hablar de ello, porque no lo recuerdo aunque el principal es que siento que la mitad de mi vida no la vivo, que se pierde en mi memoria.
Pero a pesar de los años, aun hay un sueño que recuerdo muy bien, uno del que tengo un recuerdo realmente bueno, y de esos que no se olvida:
Comenzaba caminando al colegio, hacía lo que acostumbraba a hacer de pequeño, sortear las rayas del suelo y las tapas de alcantarilla del suelo, para entretenerme, cuando me da por saltar más lejos, y veo que he dado un salto realmente grande y lo vuelvo a intentar, tras ver que mis saltos van de metros en metros, vuelvo a intentarlo, pero esta vez por encima de la gente, y otra, y otra, al poco salto encima de los edificios, estaba volando, increíble, nunca me había sentido así, tan libre, tan feliz, la mejor experiencia de mi vida, y era un sueño.
No recuerdo como acabó la cosa, pero es la sensación la que se me ha quedado grabada a fuego en mi mente, trato de buscar esa sensación de muchas maneras, por ello mi afición a las montañas rusas y demás artefactos que desafían la ley de la gravedad.
Tal vez nunca vuelva a sentir lo mismo, pero casi lo prefiero, quiero que el recuerdo permanezca intacto, puro, perfecto.
Eso tiene una serie de ventajas inherentes, duermo bien, por lo que acostumbro a despertarme fresco, una mala noche no me arruina el día, y no molesto a nadie a mi alrededor con gritos en la noche ni paseos varios.
Pero también tiene sus inconvenientes, uno podría ser el hecho de que si tengo un sueño bueno, uno feliz, o uno en lo que hago algo interesante, lo pierdo, otro sería que un sueño extraño es un buen tema de conversación, y no puedo hablar de ello, porque no lo recuerdo aunque el principal es que siento que la mitad de mi vida no la vivo, que se pierde en mi memoria.
Pero a pesar de los años, aun hay un sueño que recuerdo muy bien, uno del que tengo un recuerdo realmente bueno, y de esos que no se olvida:
Comenzaba caminando al colegio, hacía lo que acostumbraba a hacer de pequeño, sortear las rayas del suelo y las tapas de alcantarilla del suelo, para entretenerme, cuando me da por saltar más lejos, y veo que he dado un salto realmente grande y lo vuelvo a intentar, tras ver que mis saltos van de metros en metros, vuelvo a intentarlo, pero esta vez por encima de la gente, y otra, y otra, al poco salto encima de los edificios, estaba volando, increíble, nunca me había sentido así, tan libre, tan feliz, la mejor experiencia de mi vida, y era un sueño.
No recuerdo como acabó la cosa, pero es la sensación la que se me ha quedado grabada a fuego en mi mente, trato de buscar esa sensación de muchas maneras, por ello mi afición a las montañas rusas y demás artefactos que desafían la ley de la gravedad.
Tal vez nunca vuelva a sentir lo mismo, pero casi lo prefiero, quiero que el recuerdo permanezca intacto, puro, perfecto.
lunes, julio 23, 2007
sábado, julio 21, 2007
Requiem
Mi abuela ha muerto.
Que podría decir de ella, ante todo una mujer fuerte, con carácter, lamentablemente no pude conocerla lo suficiente.
Una mujer trabajadora, amiga de sus amigas, con gran fuerza de voluntad y segura de si misma, que se desvivía por sus 5 hijos.
Y debería de sentirme triste, supongo que es según como veas la muerte. A pesar de mi tradicional pesimismo, a la muerte la veo de una forma optimista, prefiero quedarme con los mejores recuerdos, las cosas buenas de esa persona, que apenarme porque no voy a volver a verla nunca más.
La muerte de mi abuelo si me entristeció, vivió una larga vida por supuesto, pero dejaba a alguien atrás, ahora que se ha ido mi abuela, no deja a nadie, no habrá nadie que le espere solo en su casa, nadie que le eche de menos día si y día también.
Ha vivido muchos años, ha criado a 5 grandes personas, y se ha ido en paz, feliz, y afortunadamente no tuvo que soportar la noticia del cáncer mucho tiempo.
Aun recuerdo las noches que se pasaba contando sus historias, como cuando se despertó por la noche escuchando tambores, y creyó que era el abuelo que le hablaba desde del más allá, y comenzó a decirle que la dejara en paz a gritos, y era el vecino poniendo una marcha militar o algo así.
Y así era ella, tenía un gran sentido del humor, y era muy querida, doy fe, la iglesia tenía cola para entrar.
Espero que donde estés sigas como siempre abuela, te echaremos de menos.
Que podría decir de ella, ante todo una mujer fuerte, con carácter, lamentablemente no pude conocerla lo suficiente.
Una mujer trabajadora, amiga de sus amigas, con gran fuerza de voluntad y segura de si misma, que se desvivía por sus 5 hijos.
Y debería de sentirme triste, supongo que es según como veas la muerte. A pesar de mi tradicional pesimismo, a la muerte la veo de una forma optimista, prefiero quedarme con los mejores recuerdos, las cosas buenas de esa persona, que apenarme porque no voy a volver a verla nunca más.
La muerte de mi abuelo si me entristeció, vivió una larga vida por supuesto, pero dejaba a alguien atrás, ahora que se ha ido mi abuela, no deja a nadie, no habrá nadie que le espere solo en su casa, nadie que le eche de menos día si y día también.
Ha vivido muchos años, ha criado a 5 grandes personas, y se ha ido en paz, feliz, y afortunadamente no tuvo que soportar la noticia del cáncer mucho tiempo.
Aun recuerdo las noches que se pasaba contando sus historias, como cuando se despertó por la noche escuchando tambores, y creyó que era el abuelo que le hablaba desde del más allá, y comenzó a decirle que la dejara en paz a gritos, y era el vecino poniendo una marcha militar o algo así.
Y así era ella, tenía un gran sentido del humor, y era muy querida, doy fe, la iglesia tenía cola para entrar.
Espero que donde estés sigas como siempre abuela, te echaremos de menos.
viernes, julio 20, 2007
lunes, julio 16, 2007
domingo, julio 15, 2007
Cantautor
Supongamos tres condiciones, eres un cantautor, que hace canciones de amor, habitualmente, y tiene mas de 2 discos en el mercado.
Ese tío es imbécil, hipócrita, y no merece ni atención.
Me explico se puede hablar del amor, aunque no estés enamorado, al menos recientemente.
Pero la música, al menos como yo la entiendo, es la forma de hacer llegar un mensaje... expresas sentimientos.
Luego, si toda tu carrera hablas del amor, o estas muy enamorado durante todos esos años, o todo lo que escribes es MENTIRA
lo cual tiene un nombre: hipocresía.
Pongamos un ejemplo sencillo, los hay a miles, pero este valdrá:
Autor español, con bastantes discos, que creo recordar está divorciado, por cierto tema de cuernos e hijos secretos.
Ha basado toda su carrera en canciones de amor, y se jacta de escribirlas el.
Luego simplemente miente, y alguien que se hace pasar por lo que no es, señores, solo tiene un nombre.
Ese tío es imbécil, hipócrita, y no merece ni atención.
Me explico se puede hablar del amor, aunque no estés enamorado, al menos recientemente.
Pero la música, al menos como yo la entiendo, es la forma de hacer llegar un mensaje... expresas sentimientos.
Luego, si toda tu carrera hablas del amor, o estas muy enamorado durante todos esos años, o todo lo que escribes es MENTIRA
lo cual tiene un nombre: hipocresía.
Pongamos un ejemplo sencillo, los hay a miles, pero este valdrá:
Autor español, con bastantes discos, que creo recordar está divorciado, por cierto tema de cuernos e hijos secretos.
Ha basado toda su carrera en canciones de amor, y se jacta de escribirlas el.
Luego simplemente miente, y alguien que se hace pasar por lo que no es, señores, solo tiene un nombre.
martes, julio 10, 2007
Desperdicio
Hace aproximadamente 9 meses, me hice una sencilla pero importante pregunta;
-¿Dónde va mi vida?
Llegué a la conclusión que si no lograba cumplir mis objetivos al acabar el curso dejaría la carrera y me lanzaría al mundo laboral, fuera aquí, ahí o allá, no me importaba lo lejos que me llevara la aventura.
Hacia febrero estaba tan perdido como siempre, e incluso peor, diversas circunstancias personales no ayudaban, pero bueno, encontré fuerzas, poco a poco, con la ayuda de la gente, a la cual estoy enormemente agradecido.
Y encontré una motivación, si, algo que me faltaba desde siempre, una motivación para mejorar, para estudiar, para todo, y bueno... encontré la forma de ser yo mismo, mi forma de estudiar para sacarme el mayor rendimiento, y me formé una meta.
En cambio, ahora, tras haber cumplido los objetivos en cuestión de estudios, me encuentro con que...
no siento nada, sigo igual de vacío, porque me doy cuenta lo imbécil que he sido, y lo tarde que ha llegado, podría haber llegado más alto, más rápido, y no haber perdido el tiempo durante tanto tiempo.
Quien sabe como habría cambiado mi vida... time wasted...
-¿Dónde va mi vida?
Llegué a la conclusión que si no lograba cumplir mis objetivos al acabar el curso dejaría la carrera y me lanzaría al mundo laboral, fuera aquí, ahí o allá, no me importaba lo lejos que me llevara la aventura.
Hacia febrero estaba tan perdido como siempre, e incluso peor, diversas circunstancias personales no ayudaban, pero bueno, encontré fuerzas, poco a poco, con la ayuda de la gente, a la cual estoy enormemente agradecido.
Y encontré una motivación, si, algo que me faltaba desde siempre, una motivación para mejorar, para estudiar, para todo, y bueno... encontré la forma de ser yo mismo, mi forma de estudiar para sacarme el mayor rendimiento, y me formé una meta.
En cambio, ahora, tras haber cumplido los objetivos en cuestión de estudios, me encuentro con que...
no siento nada, sigo igual de vacío, porque me doy cuenta lo imbécil que he sido, y lo tarde que ha llegado, podría haber llegado más alto, más rápido, y no haber perdido el tiempo durante tanto tiempo.
Quien sabe como habría cambiado mi vida... time wasted...
sábado, julio 07, 2007
Muerte
Hace algún tiempo comenté por aquí que la muerte es uno de los dos grandes temas; vamos a ello.
No acostumbro a hablar con los muertos, no soy religioso, ni creo en reencarnaciones, fantasmas, o vida más allá de cualquier tipo. No se lo que opina la gente sobre la muerte, pero se que tenemos un instinto, todos y cada uno de los seres vivos que es el de supervivencia.
Eso nos da miedo a la muerte, y no se puede manipular ese miedo (no señor Aldous Huxley, es imposible).
Pues como últimamente tampoco hablo mucho con La Parca, ni juego a las cartas ni nos tomamos unas cervezas, pues solo puedo hablar de mi experiencia: Nunca he muerto.
Así que como nunca he muerto solo puedo imaginarme lo que hay más allá, y es terriblemente fácil... nada.
Si mueres te apagas, mas o menos como cuando despiertas por la mañana y no recuerdas lo que has pensado en las ultimas 6 horas, pero para siempre, te apagas literalmente, si no llega oxigeno al cerebro, no hay impulsos eléctricos y adiós.
Ante la muerte reacciono a mi manera, no tengo miedo a la muerte, ni a lo desconocido, supongo que lo único que me impide morir es el miedo a la no-muerte.
Me explico, si sabes con certeza que vas a morir no lo temes, pero si cabe la posibilidad de quedarte tetrapéjico, vegetal, sin pulmones, loco, es una vida restante tortuosa e incompleta lo que me aterra.
También hay un tema bastante desagradable, y es la culpa, si mueres no eres el más perjudicado tu, sino aquellos que te rodean (o el que murió al intentar parar tu caída). El pensar que va a entristecer y joder la vida a gente que, no se porqué, me pueda apreciar, me jode bastante, aunque ya muerto no creo que me importe, pero es el momento antes cuando más lo sientes, la culpa que como veneno inunda tu mente.
Es el contrapunto al egoísmo, es en mi humilde opinión el único acto completamente altruista que existe, sobrevivir para no ver a la gente que aprecias sufrir.
No acostumbro a hablar con los muertos, no soy religioso, ni creo en reencarnaciones, fantasmas, o vida más allá de cualquier tipo. No se lo que opina la gente sobre la muerte, pero se que tenemos un instinto, todos y cada uno de los seres vivos que es el de supervivencia.
Eso nos da miedo a la muerte, y no se puede manipular ese miedo (no señor Aldous Huxley, es imposible).
Pues como últimamente tampoco hablo mucho con La Parca, ni juego a las cartas ni nos tomamos unas cervezas, pues solo puedo hablar de mi experiencia: Nunca he muerto.
Así que como nunca he muerto solo puedo imaginarme lo que hay más allá, y es terriblemente fácil... nada.
Si mueres te apagas, mas o menos como cuando despiertas por la mañana y no recuerdas lo que has pensado en las ultimas 6 horas, pero para siempre, te apagas literalmente, si no llega oxigeno al cerebro, no hay impulsos eléctricos y adiós.
Ante la muerte reacciono a mi manera, no tengo miedo a la muerte, ni a lo desconocido, supongo que lo único que me impide morir es el miedo a la no-muerte.
Me explico, si sabes con certeza que vas a morir no lo temes, pero si cabe la posibilidad de quedarte tetrapéjico, vegetal, sin pulmones, loco, es una vida restante tortuosa e incompleta lo que me aterra.
También hay un tema bastante desagradable, y es la culpa, si mueres no eres el más perjudicado tu, sino aquellos que te rodean (o el que murió al intentar parar tu caída). El pensar que va a entristecer y joder la vida a gente que, no se porqué, me pueda apreciar, me jode bastante, aunque ya muerto no creo que me importe, pero es el momento antes cuando más lo sientes, la culpa que como veneno inunda tu mente.
Es el contrapunto al egoísmo, es en mi humilde opinión el único acto completamente altruista que existe, sobrevivir para no ver a la gente que aprecias sufrir.
lunes, julio 02, 2007
Pánico
Que yo recuerde he sufrido tres ataques de pánico en mi corta y tranquila vida.
El último posiblemente fue hace unos 10 años, por lo que debería haberlo olvidado pero creo que es una de las cosas que nunca se olvidan.
El primero me sucedió en una feria, cuando no me sale algo a la primera me agobio, cuando no me sale a la segunda me asfixio, y en una laberinto con temática de Batman, solo, a oscuras, con menos de 10 años, no es muy agradable.
Recorrí los pasillos, sin salida, tomo otro, sin salida, no encuentro referencias, el suelo se mueve, las paredes se cierran, me da un ataque de pánico y bam! salgo corriendo por la puerta de entrada al ver un poco de luz.
El segundo ataque de pánico me dio en una excursión a la montaña. teníamos que cargar con el equipo para hacer un descenso de rappel (se diga como se diga).
Para llegar al sitio lamentablemente había que pasar por un camino que serpenteaba la ladera de una montaña, que (creo recordar) tenia una buena caída a la derecha.
En una parte del camino, había como una zona en la que la arena estaba corrida, y cargando con parte del equipo, me resbalé, pude agarrarme a algo pero el susto no se me quitó. Supongo que al ver la muerte tan cerca me negué a volver a pasar por el camino, bloqueando el paso a todos los que venían detrás.
Afortunadamente una profesora muy amable me tranquilizó y me enseñó un camino auxiliar un poco más arriba. Creo que es uno de los mejores consejos que me han dado:
-No busques el camino más difícil aunque sea el que todos toman, tómatelo con calma, descubrirás tu propio camino.
El tercero también lo recuerdo con bastante intensidad, el Peñón de Ifach(se llame como se llame) digamos que no llegué arriba del todo, cuando el suelo resbala, gran altura, caída desagradable, la situación es muy parecida, y el resultado exactamente el mismo, incluso estaba la misma profesora.
No llegué a la cima, pero pudimos ver unos nidos de pájaros igual de interesantes. (Supongo que todo depende del punto de vista)
A la pregunta: acabaste haciendo rappel? Si, acabé haciéndolo, y fui el primero en saltar.
El último posiblemente fue hace unos 10 años, por lo que debería haberlo olvidado pero creo que es una de las cosas que nunca se olvidan.
El primero me sucedió en una feria, cuando no me sale algo a la primera me agobio, cuando no me sale a la segunda me asfixio, y en una laberinto con temática de Batman, solo, a oscuras, con menos de 10 años, no es muy agradable.
Recorrí los pasillos, sin salida, tomo otro, sin salida, no encuentro referencias, el suelo se mueve, las paredes se cierran, me da un ataque de pánico y bam! salgo corriendo por la puerta de entrada al ver un poco de luz.
El segundo ataque de pánico me dio en una excursión a la montaña. teníamos que cargar con el equipo para hacer un descenso de rappel (se diga como se diga).
Para llegar al sitio lamentablemente había que pasar por un camino que serpenteaba la ladera de una montaña, que (creo recordar) tenia una buena caída a la derecha.
En una parte del camino, había como una zona en la que la arena estaba corrida, y cargando con parte del equipo, me resbalé, pude agarrarme a algo pero el susto no se me quitó. Supongo que al ver la muerte tan cerca me negué a volver a pasar por el camino, bloqueando el paso a todos los que venían detrás.
Afortunadamente una profesora muy amable me tranquilizó y me enseñó un camino auxiliar un poco más arriba. Creo que es uno de los mejores consejos que me han dado:
-No busques el camino más difícil aunque sea el que todos toman, tómatelo con calma, descubrirás tu propio camino.
El tercero también lo recuerdo con bastante intensidad, el Peñón de Ifach(se llame como se llame) digamos que no llegué arriba del todo, cuando el suelo resbala, gran altura, caída desagradable, la situación es muy parecida, y el resultado exactamente el mismo, incluso estaba la misma profesora.
No llegué a la cima, pero pudimos ver unos nidos de pájaros igual de interesantes. (Supongo que todo depende del punto de vista)
A la pregunta: acabaste haciendo rappel? Si, acabé haciéndolo, y fui el primero en saltar.
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